SERA

Será es una canción tierna que nace de un casi imposible amor, pero concretado a medias, lo que lo hace triste... no hay nada peor que las medias tintas!!! algo que se hecha a andar y para a mitad del río, es peor que si no hubiera ocurrido. Por eso lo queria reparar desde la canción poniéndolo en un lugar de añoranza de que quizá sea amor; me gusta más darle pasto a la imaginación antes que sufrir por lo que nunca fue... a la larga nada no es!!!

El ritmo estaba más ubicado en una huella lenta pero fue tomando un vértigo especial con el surgimiento de la percusión y se fue acercando más a una cueca del norte. En ese ambivalente trajinar se forma este tema deseoso y carnal, tanto como nostalgioso y puro. En la búsqueda percusiva estuvo a cargo Daniel Corrado y me sorprendió, ya que consigió darle un enfoque no esperado y la vez encantador que hasta ese momento no habia surgido.

LOS PÁJAROS DEL MONTE

Cada vez que viajaba a Córdoba me maravillaban los pájaros que contorneaban el camino con sus vuelos toda vez que el micro aceleraba dejando una nube densa de polvo en el ripio. Entre esa mole verde y desamparada y la vieja existencia de canteras y caleras de la zona de El Sauce y El Manzano se encontraban tristes caceríos que añoraban los viejos oficios y daban una sensación de estar parado en el tiempo. Lo que refrescaba la vuelta al asombro era el aleteo de esos pájaros que daban algo de alegría a la pereza pueblerina.

"HERENCIA DE OTOÑO

SONRISA DE VIENTO, MURMULLO DEL CAMPO HABLANDO AL SILENCIO" 

Asi reza la chacarera "Ojitos de trigo" que describe con los ojos de mi padre Juan su infancia de campo de aguadas y arroyos, de veranos intensos y de amigos al sur de córdoba. 

Esa experiencia me fué transmitida en sus largos relatos y en su tremenda añoranza a Bell Ville al que siempre regreso. Lo dejó en la adolescencia antes de 1940 para recorrer el norte maravilloso y trabajar en los diferentes oficios y labores de la época como la zafra en Tucumán, la forestal en el Chaco y hasta de mozo en Buenos Aires. 

Pero algo paso en sus últimos viajes que lo conmovió más, él que surgió casi bastardo, guacho sin padres que lo reconozcan logró un hogar en el conurbano, una familia y dos hijos pero no concreto títulos ni honores y sus conocidos cordobeses si. Bell ville ya no era la dulce villa de los '30 y no quedaba ni la gran casa, ni el campo que el tanto conocía.

¿El viejo río tercero habrá sido testigo quieto de aquel desengaño?

Herencia de otoño

hojita del viento,

Murmullo del campo

hablando al silencio.

Los juegos del tiempo,

recuerdo infinito,

patitas descalzas

por esos caminos.

Distancia que mezcla

el campo y el cielo.

Sonidos del alba

el río y mis sueños.

Almita de aguacerito,

crecida flor del sendero.

perdiéndose va en el verde

de la niñez que recuerdo.

Ojitos de trigo

sonrisa del viento

amor que yo siento

viviendo sin tiempo.

Ausencia imprecisa

fatal desencuentro,

personas que he amado

y nunca volvieron.

Tierna voz del campo,

manantial perfecto,

me espera en la siesta 

como a un niño nuevo.

Quemante sombra de enero,

amigos junto a la aguada.

potrillo azul que me lleva

campo adentro de mi infancia.

LA MÚSICA ES LA LUZ DE UN HORIZONTE AZUL

Desde el año 2004 vengo produciendo mi primer y soñado gran disco solista, estos tres años han sido un camino de aprendizaje en un ambito desconocido e intimidante del cerrado estudio de grabación. Por suerte encontré el lugar donde ya lo siento como mi casa y en el puedo crear y adaptar lo que imagino con lo que escucho y se transforma en mejores arreglos y más música para esta obra.

También fue creciendo el concepto final del disco que empezó como un simple registro de un momento musical, compartido con algunas personas, y se abrió a nuevas almas que se fueron sumando según se dispararon ideas, intuiciones musicales y ganas nuevas.

En un placer y un logro personal estar en los finales de este disco que arrojó ademas nuevas propuestas, nuevos futuros discos y más ganas de música. La luz de un horizonte azul.